Septiembre podría marcar un giro significativo dentro de la extensa saga de FTX, con un nuevo movimiento que busca mitigar daños y restaurar la confianza perdida en el ecosistema cripto internacional.

El FTX Recovery Trust proyecta liberar 1,6 mil millones de dólares destinados a los acreedores, representando la tercera entrega oficial desde febrero, dentro de un esquema planificado de restitución gradual y estrictamente regulada.

Este desembolso masivo mantiene vivas las expectativas de una recuperación estructurada, aunque también incrementa la presión sobre una industria golpeada y aún en recomposición.

Tercera ola de reembolsos para los acreedores

Mientras BitGo y Kraken habían gestionado la restitución de 5 mil millones de dólares, el FTX Recovery Trust anunció el desbloqueo de 1,6 mil millones de dólares con pago fechado para el 30 de septiembre.

La operación se inscribe en un proceso sostenido de reembolsos iniciado a principios de año, con la garantía de que cada transferencia será ejecutada dentro de los tres días hábiles posteriores a la fecha oficial.

Se trata de la tercera distribución desde que se lanzó el plan de compensación, consolidando un mecanismo progresivo que busca reparar a los damnificados tras el colapso del exchange en noviembre de 2022.

La iniciativa contempla distintas categorías de créditos, distribuidas de la siguiente forma:

El reembolso de septiembre sigue a dos rondas anteriores, que incluyeron 1,2 mil millones de dólares en febrero y 5 mil millones en mayo, acumulando un total de 7,8 mil millones entregados.

De acuerdo con las estimaciones oficiales, hasta 16,5 mil millones de dólares en activos están disponibles para compensar a los damnificados, configurando un horizonte aún amplio de futuras distribuciones financieras.

Este proceso transcurre bajo un marco legal estricto, establecido tras la quiebra del exchange y reforzado por la condena de Sam Bankman-Fried, sentenciado a 25 años de prisión por fraude masivo.

Implicancias para el mercado cripto

Más allá de las cifras, esta tercera distribución abre interrogantes inmediatos sobre su efecto en el mercado cripto, especialmente ante la entrada repentina de 1,6 mil millones de dólares en circulación.

El Trust aseguró que los pagos "serán recibidos directamente en las cuentas de los acreedores dentro de los tres días hábiles" posteriores al 30 de septiembre, reforzando así garantías operativas frente a expectativas crecientes.

Esta precisión cobra relevancia en un entorno donde la liquidez puede influir en decisiones de inversión, impulsando compras estratégicas o retiros masivos por parte de quienes reciben la compensación.

El hecho de que ciertos acreedores reciban más del 100% de sus reclamaciones podría generar tensiones internas, despertando reclamos de desigualdad entre los distintos grupos afectados con compensaciones menos ventajosas.

A ello se suman preocupaciones de seguridad, recordando el episodio de Kroll, empresa de gestión de acreencias que fue blanco de campañas de phishing, lo que expuso fragilidades en torno a reembolsos masivos.

En perspectiva, este proceso de restitución podría servir como ejemplo positivo para otros colapsos cripto, aunque también encierra riesgos de volatilidad financiera e incertidumbre tributaria en jurisdicciones aún poco claras.

Si los plazos se cumplen, el Trust alcanzará la meta de redistribuir los 16,5 mil millones disponibles, aunque persisten zonas grises vinculadas a litigios pendientes y a la apelación de Sam Bankman-Fried programada para noviembre.

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