Fidelity Digital Assets, la división cripto del gigante financiero estadounidense, adviertió sobre una posible escasez estructural en el suministro de Bitcoin (BTC) hacia 2032.
Según proyectó en un informe, más de 42% del suministro circulante, equivalente a unos 8,3 millones de BTC, se volvería "ilíquido" en los próximos siete años, e implicaría una drástica reducción de la disponibilidad de monedas en el mercado abierto.
El análisis se basa en el comportamiento de dos grupos clave: los holders de largo plazo, definidos como aquellos que no movieron sus BTC en al menos siete años, y las empresas que cotizan en bolsa y poseen más de 1.000 BTC.
Fidelity identificó que ambos grupos incrementaron sus tenencias de forma sostenida desde 2016, sin mostrar señales de liquidación significativa. De hecho, estima que para fines de 2025 estos actores controlarían más de 6 millones de BTC, cifra que representa 28% del suministro total previsto de 21 millones.
La tendencia hacia la iliquidez se aceleró con la adopción institucional y el crecimiento de las tesorerías corporativas. Actualmente, más de 105 empresas públicas mantienen posiciones en Bitcoin, las cuales acumulan cerca de 969.000 BTC, según datos de Bitbo.
Esta concentración de activos en manos de entidades que no los comercializan activamente está modificando la dinámica del mercado, algo que genera una presión alcista sobre el precio y reduciendo la oferta disponible para nuevos inversores.
El informe también destacó que, si bien existen episodios de toma de ganancias, como la venta de 80.000 BTC antiguos en julio de 2025, el patrón general sugiere una consolidación de la estrategia de "hold" como dominante.
Fidelity avisó que esta creciente inmovilidad podría amplificar la volatilidad futura, ya que cualquier aumento en la demanda se enfrentará a una oferta cada vez más restringida.
En este contexto, la firma recomendó a los inversores institucionales considerar la escasez proyectada como un factor clave en sus estrategias de asignación de activos.
La perspectiva de Fidelity se alinea con una narrativa cada vez más extendida en el ecosistema cripto: Bitcoin no solo es un activo escaso por diseño, sino que su disponibilidad efectiva está en baja por la acumulación estratégica de actores de largo plazo.