Otra vez una vieja ballena de Bitcoin (BTC) fue noticia luego de transferir 750 BTC (u$s83,4 millones aproximadamente) a la exchange Binance, según datos onchain.

El movimiento despertó especulaciones sobre una posible venta o reacomodamiento de fondos, en un escenario donde la volatilidad crece y otras ballenas migran hacia Ethereum.

De acuerdo con el analista Lookonchain, estos bitcoins fueron adquiridos a fines de 2013, cuando el precio rondaba los u$s332 por unidad. En aquel entonces, los 750 BTC equivalían a u$s249.000, algo que implicaría hoy una ganancia superior a 334 veces la inversión inicial si se concretara la venta.

En X, Lookonchain explicó que se trata de un "Bitcoin OG", es decir, un veterano con grandes reservas de criptomonedas desde, probablemente, los primeros años de la red -2009-2013, la llamada Era Satoshi-, vinculado a la dirección "bc1qlf".

Esta entidad, todavía anónima, recibió originalmente 5.000 BTC, equivalente a unos u$s1,66 millones en ese momento.

Tiempo después vendió 1.750 BTC por unos u$s189,3 millones, a un valor promedio de u$s108.160 por moneda. Todavía conserva 3.250 BTC, equivalentes a un beneficio total estimado de u$s550 millones, es decir, 331 veces el capital inicial.

Por qué las ballenas dormidas vuelven a la acción

Según Arkham Intelligence, la dirección "bc1q5nv3433d6zyxrtv4dwvognj9se…" envió dos transacciones a Binance: una de 250 BTC y otra de 500 BTC, que juntas sumaron los 750 BTC mencionados.

Antes de ese envío, la dirección recibió 1.500 BTC desde otra billetera relacionada ("bc1q"), la cual todavía mantiene unos 2.500 BTC (casi u$s276,5 millones). Ambas operan con el formato Bech32 ("bc1q"), implementado con la actualización SegWit para optimizar seguridad y eficiencia en las transacciones.

Este episodio no es aislado, forma parte de una tendencia mayor, que empezó a visibilizarse en los últimos meses cuando varias ballenas de Bitcoin que llevaban años inactivas volvieron a mover sus fondos, tanto para reorganizar tenencias como para hacer depósitos en exchanges centralizadas.

El mes pasado, por ejemplo, una ballena de la era Satoshi transfirió 80.000 BTC (más de u$s9.000 millones en aquel momento), considerada la mayor liquidación de bitcoins antiguos de la historia.

Pese al movimiento, el precio del BTC retrocedió apenas 5%, lo que evidenció la capacidad del mercado para absorber grandes ventas.

Además, se observa un desplazamiento de parte de estos capitales hacia Ethereum. Una ballena que llevaba siete años inactiva liquidó parte de sus más de 100.000 BTC para comprar 62.914 ETH y abrir posiciones largas con apalancamiento.

Ballena de Bitcoin mueve 750 BTC a Binance y sacude el mercado

El interés por ETH reflejó en un nuevo máximo histórico de u$s4.950, impulsado por la entrada de capital institucional y un fuerte crecimiento en los ETF basados en la criptomoneda, que superaron a los de Bitcoin en flujos de inversión.

Slava Demchuk, CEO de AMLBot, interpretó este fenómeno como "activación de antiguas ballenas de BTC" y lo vincula a una "rotación estratégica hacia activos alternativos debido a expectativas de crecimiento".

De todas formas, cuando se reactivan billeteras antiguas no siempre significa que haya una venta inmediata.

Muchas veces las ballenas solo mueven sus fondos, los agrupan en nuevas direcciones o hacen pruebas enviando montos parciales.

Aún así, las transferencias grandes hacia exchanges suelen atraer rápido la mirada de los traders, especialmente en momentos de alta volatilidad o menor apetito por el riesgo.

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