Hoy en día, el celular es una extensión indispensable en la vida cotidiana de las personas, por eso, cualquier consejo que permite cuidarlo y optimizar su rendimiento despierta interés en los usuarios.
Uno de los hábitos que ganó popularidad es activar el modo avión mientras el dispositivo está conectado al enchufe para cargar la batería.
Ese mecanismo genera muchos beneficios ya que permite reducir el consumo de energía en segundo plano, acelera el proceso de carga y ayuda a prolongar la vida útil de la batería.
Los beneficios de activar el modo avión al cargar el celular
Cuando se activa el modo avión, el teléfono desactiva funciones como WiFi, datos móviles y Bluetooth.
Esto reduce el consumo de energía durante la carga, algo que permite que la batería se complete más rápido.
Además, al desconectarse de la red, el celular deja de buscar señales y notificaciones de manera constante, un proceso que suele demandar recursos del procesador y batería, y puede ralentizar la carga si el equipo permanece encendido.
Otro beneficio es que disminuye la exposición a radiación de ondas electromagnéticas mientras la persona duerme.
En este sentido, para quienes cargan el teléfono en la mesa de luz, puede ser una manera de reducir riesgos innecesarios.
El hábito de activar el modo avión al cargar el celular también puede prolongar la vida útil de la batería.
Cuál es la mejor temperatura para cargar el celular
Mantener al equipo en temperaturas bajas y evitar el uso intensivo mientras carga ayuda a reducir el desgaste de sus celdas internas. En resumen, las ventajas más destacadas son:
- Carga más rápida: al no usar redes ni procesos en segundo plano
- Menor temperatura: la batería no se calienta tanto durante la carga
- Protege la batería: evita ciclos de carga y descarga provocados por notificaciones
- Mayor seguridad: menos exposición a radiación si está cerca de la cama
- Ahorro de energía: optimiza el uso del cargador y reduce el consumo eléctrico
Activar el modo avión al cargar el celular es un hábito sencillo que puede marcar la diferencia en el rendimiento y la durabilidad del dispositivo.
Esta práctica, junto con otros cuidados básicos de la batería, contribuye a una carga eficiente, ayuda a preservar la batería útil del teléfono y mejora la experiencia de uso en el día a día.