La Comisión Europea impuso una multa histórica de casi u$s3.500 millones contra Google, acusando al gigante tecnológico de abusar de su posición dominante en el mercado de la publicidad digital.
La sanción, anunciada tras cuatro años de investigación, representa la segunda más alta jamás aplicada por el Ejecutivo comunitario en materia de competencia, y marca un nuevo capítulo en la tensa relación entre Europa y las grandes tecnológicas estadounidenses.
Google es multada en Europa con suma millonaria por estos motivos
Según el dictamen oficial, Google habría favorecido sistemáticamente sus propios servicios publicitarios —como AdX y su servidor de anuncios para editores— en detrimento de competidores independientes.
Esta conducta, considerada anticompetitiva, habría distorsionado el ecosistema digital, perjudicando a los siguientes actores:
- Anunciantes
- Medios de comunicación
- Consumidores
La Comisión exigió a la empresa que ponga fin a estas prácticas en un plazo de 60 días y adopte medidas concretas para erradicar los conflictos de interés en toda la cadena de suministro de tecnología publicitaria.
La respuesta de Google no se hizo esperar. En un comunicado, la compañía negó haber incurrido en prácticas anticompetitivas y anunció que impugnará la decisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
"No hay nada anticompetitivo en la prestación de servicios a compradores y vendedores de publicidad, y existen más alternativas que nunca", afirmó un vocero de la empresa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó con dureza a la sanción. A través de su red Truth Social, acusó a la Unión Europea de "atacar a otra gran empresa estadounidense" y advirtió que podría activar la Sección 301, un mecanismo punitivo de aranceles aduaneros, si Bruselas no revierte lo que calificó como "multas injustas" contra Google y Apple.
La Comisión Europea, por su parte, defendió su decisión como un ejercicio legítimo de soberanía regulatoria, y reafirmó su compromiso con la equidad en los mercados digitales.
La sanción impuesta a Google se suma a una serie de medidas antimonopolio que la Unión Europea implementó en los últimos años, en un esfuerzo por limitar el poder de las grandes plataformas tecnológicas.
En 2018, el bloque ya había multado a la empresa con más de u$s4.500 millones por prácticas similares vinculadas al sistema operativo Android.