Elon Musk, dueño de Tesla y uno de los hombres más ricos del planeta, está atravesando una etapa complicada. Las ventas globales de la compañía están en declive, especialmente en Europa y Estados Unidos y, en ese contexto, también podría perder un incentivo fiscal clave para su negocio.

En medio de este panorama complicado, Musk tomó una decisión drástica y despidió a Omead Afshar, uno de sus ejecutivos más cercanos y hasta ahora vicepresidente de fabricación y operaciones de Tesla en América del Norte y Europa.

La empresa ya venía enfrentando problemas serios: un primer trimestre con cifras de ventas en baja, una crisis de reputación que generó ataques a concesionarios y autos en varios países, y la perdida de confianza de sus usuarios más fieles.

Si el panorama era complejo, las cosas se pueden complicar más a partir de una propuesta de senadores republicanos que podría eliminar el crédito fiscal de u$s7.500 por la compra de autos eléctricos.

Un número que, a simple vista, parece menor frente al patrimonio de Musk, pero que podría tener un impacto millonario para Tesla.

La medida, impulsada como parte del paquete fiscal y presupuestario que promueve Donald Trump, adelantaría la fecha límite para acceder al beneficio. En lugar de expirar el 31 de diciembre de 2025, como establecía la Ley de Reducción de la Inflación, se cancelaría tres meses antes, el 30 de septiembre.

La fortuna millonaria que podría perder Elon Musk

Si se aprueba, Tesla podría perder hasta u$s1.200 millones al año, según proyecciones de JPMorgan. Las ventas seguirían cayendo, y los inversores podrían responder con más desconfianza.

El recorte afectaría tanto a vehículos nuevos como usados, reduciendo también un subsidio de u$s4.000  para estos últimos.

En 2023 el propio Musk escribió en X que eliminar los subsidios sería positivo para Tesla. Sin embargo, este año cambió de opinión y salió a defender su continuidad.

Los vaivenes en la relación entre Musk y Trump no ayudan. Por momentos parece que pueden limar sus asperezas, hasta que alguno de los dos contraataca. Musk insinuó, incluso, la creación de un nuevo partido político, y Trump lanzó advertencias sobre la pérdida de fondos públicos para sus empresas.

Mientras tanto, Francia acaba de lanzar una acusación grave contra Tesla, sumando presión al momento más delicado de la compañía.

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